¿Alguna vez te has sentido atrapada en un ciclo de miedo y desesperanza después de experimentar violencia de género? La indefensión aprendida puede ser una respuesta natural a situaciones traumáticas, pero no significa que debas quedarte estancada.
En el post anterior identificamos la indefensión aprendida como la sensación de que no tienes control sobre tu vida, de que nada de lo que hagas puede cambiar tu situación. Es una respuesta psicológica que se desarrolla como mecanismo de supervivencia, pero que puede convertirse en un obstáculo para la sanación y el empoderamiento.
Algunos consejos para superarla:
1. Reconoce tus sentimientos: Es importante validar tus emociones. La rabia, la tristeza, el miedo son reacciones normales ante un trauma. Permítete sentirlas sin juzgarte.
2. Busca apoyo: Rodéate de amistades y familiares que te quieran y te respeten. Confía en personas que te apoyen incondicionalmente. También puedes conectar con otras personas que han vivido experiencias similares puede brindar un sentido de comunidad y validar las emociones. Además un apoyo profesional puede proporcionarte herramientas y estrategias para superar la indefensión aprendida.
3. Cuida de ti misma: Prioriza tu bienestar físico y emocional. Duerme lo suficiente, come alimentos saludables, practica ejercicio y encuentra actividades que te relajen.
4. Retoma el control: Empieza por tomar pequeñas decisiones en tu vida diaria. A medida que te sientas más segura, puedes asumir mayores responsabilidades.
5. Infórmate: Aprende sobre tu derechos y las opciones disponibles para la toma de decisiones.
6. Establece límites saludables: Aprender a decir no y proteger el propio espacio personal es fundamental para recuperar el control.
7. Cambia tu diálogo interno: Desafia tus pensamientos negativos y celebrar cada logro, por pequeño que sea. Al reconocer tus fortalezas, estarás reemplazando la sensación de victimización por una actitud de superviviente.
Superar la indefensión aprendida es un proceso que requiere tiempo y paciencia. No te rindas. Con el apoyo adecuado y un compromiso contigo misma, puedes reconstruir tu vida y recuperar tu poder.
La violencia no define quiénes somos.
Si estás buscando ayuda, no dudes en ponerte en contacto para una asesoría personalizada.
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